Elegir
un buen vino tinto es sumergirse en una travesía que invita a descubrir
los elementos que de forma magistral convergen en un espacio y tiempo
para sorprender todos los sentidos.
Para
ser un conocedor de vino tinto, bebida cuyo consumo per cápita en
México es de 750 ml al año, lo recomendable es conocer la región del
cual proviene, pues esto brinda un panorama sobre las particularidades
del terroir que contribuyen a la crianza de las distintas variedades de uvas.
En
Latinoamérica existen regiones, como El Fundo El Rosario, en el Valle
del Maipo (Chile), en donde se dan todas las condiciones naturales para
que las uvas otorguen a cada vino tinto una esencia única.
● Cabernet Sauvignon
Es
una de las uvas tintas más conocidas en el planeta. Es una variedad que
se adapta a diversos suelos, climas y latitudes. Se reconoce por su
tono rojo intenso, así como por sus aromas frutales, florales y
herbales, los cuales se vuelven más complejos con la crianza. Con esta
uva que crece en Chile de forma excepcional, se crean vinos de gran
expresión que retan al paladar.
Va muy bien con asados, estofados y carnes rojas.
● Cabernet Franc
Es
una uva pequeña de color azul muy oscuro, con acidez y azúcar
intermedios; es una variedad de la que proceden otras uvas. Se utiliza
en coupage (complemento) a otras
variedades. Los vinos a base de Cabernet Franc tienen menos intensidad
de color que los de Cabernet Sauvignon, produciendo vinos luminosos con
pronunciados aromas a grosella negra, violeta y frambuesa, entre otros.
De cuerpo medio, el vino tinto creado con Cabernet Franc en boca resulta
ligero y sofisticado.
Acompaña perfecto con carne a las brasas, carnes magras, verduras asadas, pizzas y lasagnas.
● Carménerè
Es la segunda uva emblemática de Chile; su calidad premium la
avala. Ésta es la última uva en ser cosechada durante la vendimia;
tiene marcadas notas frutales y vegetales. Es conocida como la más
compleja de las uvas al momento de maduración. Esta cepa que sólo crece
de forma sublime en Chile tiene tonos rojo carmesí y púrpura intenso.
También es usada para vinos de mezcla. Los taninos son de intensidad media-alta.
Ideal para consumir, pastas, carnes blancas, rojas y de caza, estofados y quesos.
● Merlot
Merlot
es una uva más refinada que el Cabernet Sauvignon, por lo que tiene
mayor demanda para quienes disfrutan de sensaciones dulces. Debido a que
tiene taninos más suaves no puede añejarse por largo tiempo.
Es perfecto para acompañar carnes rojas, salmón o atún a la plancha.
● Malbec
El
Malbec no es tan suave como un Merlot o Cabernet Sauvignon. Posee un
color oscuro. Resulta ideal para iniciarse en el placer de beber vinos.
Su tono es violeta brillante u opaco, dependiendo si la zona donde crece
es fría o cálida. Su aroma es afrutado y expresivo.
Buena opción para acompañar platillos con carnes y aves; pasta fresca y quesos ahumados.
“El legado de generaciones y las características inigualables del terroir,
así como el trabajo en equipo de expertos en la cultura vitivinícola
crean vinos realmente sorprendentes. En Gran Reserva Tarapacá contamos
con vinos tintos inspirados ya sea en una variedad de uva, como Cabernet
Sauvignon, Cabernet Franc y Carménère, o bien en un blend de
uvas que crecen de forma espectacular en el Fundo El Rosario, poseedor
de una tierra rica en minerales que otorga a las uvas características
muy marcadas. Considero que para elegir un vino tinto resulta básico
conocer cada uva y, por su puesto, probarla”, explica Sebastián Ruiz, enólogo de Gran Reserva Tarapacá, reconocido en el mundo por su expertise en la concepción de vinos premium.
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